18/11/08

Mirada sociológica (sobre la superficialidad)

Hay un viejo, sentado frente a mí, que hace lo mismo que yo.
Observa a la gente.
Su actitud es, en apariencia, apática e indiferente. Despreocupada. Pero sus ojos van saltando de arriba abajo sobre los cuerpos de los transeúntes que pasan delante de su banco, con un frío brillo calculador tras los cristales de unas gafas de montura negra.
Sé que está fijándose en detalles que podrían pasar desapercibidos si no se mira con esa minuciosidad objetiva tan propia de, por ejemplo, Sherlock Holmes.
Una mancha de tinta en una manga, un pequeño descosido en el hombro de una chaqueta, unos gastados zapatos, un color de uñas anormal, una forma de andar desgarbada, una mirada perdida, otra encontrada, un tic en el codo, un escalofrío...
Parece ir archivando y clasificándolo todo en su memoria, y siempre, tras recorrer con la mirada todo posible dato revelador, da un cabeceo de asentimiento, como confirmando algo que sólo él parece percibir.
Esa actitud, de método científico, me hace fijarme aún más en él. Sus deportivas, gastada por el uso y sin ningún logo visible. Sus gruesos calcetines grises. Sus manos, delicadas y demasiado jóvenes. Su rostro, marcado por arrugas de preocupación en los ojos y de felicidad en la comisura de los labios. Su pelo, alborotado pero limpio. Sus vaqueros con múltiples descosidos. Su jersey, rojo sangre, recién estrenado. Su profunda e insondable mirada azul.
Supongo que anda mucho, y que prefiere la comodidad ante el estilo. Que no ha hecho muchos trabajos que requieriesen el uso de las manos. Que ha vivido muchas experiencias, buenas y malas. Que hace tiempo tuvo el pelo largo, ya que sabe cuidárselo. Que prefiere los vaqueros a la moda, anchos y con heridas abiertas para que el aire llegue a sus piernas. Que tiene algún trabajo estable que le permite renovar su vestuario en invierno. Que ha perdido más cosas de las que ha ganado...
Doy un cabeceo de asentimiento, archivando y clasificándolo todo en mi memoria, y aparto la vista, buscando otra persona que analizar.

1 comentario:

Gaia Moridin dijo...

A ver si posteamos algo más, eh? Que como empieces a abandonar esto me enfado... Por cierto, reenviame el mail que me intentaste mandar ayer, que no me ha llegado; y eso me decepciono. Hasta otra