5/11/08

No sé qué hago aquí

Le sonrió, con esa frase irónica escondida en la comisura de los labios, y esa burla implícita en la mirada.
Entrecerró los ojos y suspiró, resignado, a la vez que sus hombros se hundían levemente. Alargó la mano y la acercó cogiéndola de la muñeca. Ella no se resistió, aún mirándole con el mismo gesto pícaro del que se divierte dejando entrever un secreto que no va a revelar por el puro placer de jugar con otra persona.
La atrajo más hacia sí, abrazando su cintura, y sintió sus manos en su nuca, invitándole a continuar.
Esa media sonrisa sarcástica...
No supo, ni quiso saber tiempo después, si ella realmente conocía ese secreto con el que le había manipulado. A la mañana siguiente, la caricia de una brisa matinal era su única compañía.
No la conocía de nada cuando la encontró la noche anterior, sola, en la barra de un bar innominado.
Seguía sin conocerla ni siquiera un ápice más aún después de pasar tres horas charlando, y seguía sin saber nada de ella al despertar y descubrir que había abandonado el apartamento.
No supo, ni quiso saber tiempo después, quién era. A la mañana siguiente, las caras conocidas de siempre en el trabajo le ignoraron como de costumbre.
Al atardecer, camino de su casa, la vio de nuevo en un parque que solía cruzar yendo a la estación, pero no dio signos de haberla reconocido, ya que ella estaba ensimismada, leyendo un libro cuyo título fue incapaz de ver, sentada en un banco con un cartel de "recién pintado"; él seguía encontrándolo oxidado y sucio, pero no hizo ningún comentario.
Sintió unos ojos clavados en su nuca, y, al girarse, la vio caminando en la dirección contraria, con el libro cerrado en una mano y el cartel de "recién pintado" en la otra.
No supo, ni quiso saber tiempo después, si le había estado esperando allí sentada. No recordaba si habían hablado de su trabajo, o de si cruzaba por aquel parque a menudo. Tampoco recordaba si ella había mencionado ir allí.
En realidad, no recordaba mucho de aquella noche que pasó con ella. No fue una noche tan memorable...
No, desde luego que no. Incluso las había tenido mejores.
Probablemente.

1 comentario:

Gaia Moridin dijo...

Joé, no me lo puedo de creer... Mira que te gusta copiarme XD. He sido la primi, que conste. Ya te comentare el texto cuando tenga tiempo.