29/11/09

I remember




Sé algo que tú no sabes.

Sé una y mil cosas, mil y una, cientos, decenas, decimales, sólo una pequeña parte, a ratos, ni siquiera estoy seguro de ello...
Aunque recuerdo unas cuantas.
Quedarse atrapado en el hueco del ascensor, por esconderse y atrancar la puerta para que nadie nos moleste, y aprovechar los recovecos en las escaleras, hasta sacarle los muelles a un colchón usado que huele a ti, y a otras, pero sobretodo a ti.
Pero hay revelaciones amargas entre piel y sudor, momentos en los que se atasca el aliento sólo para después casi vomitarlo con un suspiro o un gemido profundo, instantes en blanco de epifanía, de consciencia, y entonces se oye un grito desgarrador rajar mi cuello con tus dientes, y hacerme ver luces ante mis ojos, y paladear tu olor, perdidos mis labios detrás de tu oreja. Hay una convulsión, un orgasmo, y el dolor lacerante de saber que tiene fecha de caducidad.
¿Y qué si nada dura para siempre?¿Y qué si todo, a veces, parece marchitarse?
Entonces llueve y, en un remanso de paz, el silencio vuelve a adueñarse de la noche, en mitad de la calle luchan las gotas de agua por encontrar resquicios al centro de la tierra, ¿quién demonios les dio un libro de Verne?
Calla, rechistaré si hace falta, te pondré dos dedos sobre los labios, los cubriré con los míos, ¡calla!
Jadeamos, no lo siento, ardo, todo mi cuerpo arde, y el ombligo parece ser el epicentro, me hormiguean las ingles, y noto tus muslos estremecerse a mi alrededor. Siento punzadas de dolor y placer en brazos y espalda, y ansia, hambre, sed, síndrome de abstinencia.
Rompámoslo. Por favor, rompámoslo.
Quiero romper el silencio antes de que me haga recordar...

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