3/9/09

Pseudonimado

A veces, entran ganas de romper cosas. En general, nada especifico, y, cuanto mas grande, mejor. Como tirar un televisor, una estanteria, o un colchon por la azotea.

Es un estado transitorio de locura o enajenacion mental en el que uno no es uno mismo, hasta que no parte algo. O lo parte to.

¿Y sabeis que sienta mejor incluso que reventar cosas grandes?

Reventar cosas CARAS. Despues, cuando vuelves a ser tu mismo, te das de chocazos con la pared y te arañas la cara como una plañidera (si es que se llamaban asi esas mujeres tan lloronas y ruidosas de los entierros, es que no lo recuerdo); pero, durante ese instante, te sientes poderoso, plantas cara a todo el mundo en plan "¡JA!¡He desperdiciado dinero, ese dios tan preciado para vosotros!". Vale, que si, que luego te cagas porque es un dios omnipresente que nos jode a todos por igual, pero has tenido un orgasmo de ateismo que lo flipas.

En fin, que no soy yo, y voy a partir algo. Grande. O caro. Ya vere que pillo antes.

2 comentarios:

Mariola J dijo...

Hay una terapia que consiste en eso: destrozar. Te la recomiendo.

Ladrona de Mentiras dijo...

yo no te lo recomiendo!
porque luego te entrarán más ganas de matar gente, y al ver que te has quedado sin tal cosa no pasará el enfado tan fácilmente y te entrarán ganas de romper más y más.
Así que tú mata, mata a uno, aunque luego te entrarán ganas de matar a otro seguramente, y a otro..y a otro..=S

No, rompe cosas. Que matarlos ya los mato yo

(qué tal todo?)